viernes, 20 de noviembre de 2015

Miguel Alemán Valdéz

MIGUEL ALEMÁN VALDEZ 1900 - 1983 INTRODUCCIÓN En el campo de la educación, la política se guio por el mismo objetivo que en el periodo de Ávila Camacho: la creación de una escuela que legitimara el régimen, al mismo tiempo que procurara al país la mano de obra necesaria para la industrialización. En el periodo de Miguel Alemán, Manuel Gual se hizo cargo de la Secretaría de Educación Pública, y junto con Francisco Larroyo, dotó a la institución de una fuerte carga filosófica Presidente de la República en el periodo 1946 - 1952. Nació en Sayula, Veracruz, el 29 de septiembre de 1900. Sus padres fueron el general Miguel Alemán y Tomasa Valdés. Cursó sus primeros estudios en Orizaba, luego estudió en Jalapa, Veracruz, en la Escuela Nacional Preparatoria y luego de tres años se tituló como abogado en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue consultor de la Secretaría de Agricultura, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios Federales. En 1930 fue elegido diputado por el estado de Veracruz y fue Senador de la República en 1936. Gobernador constitucional de Veracruz (1936-l940), presidente del bloque de gobernadores constituido con el objeto de apoyar al Ejecutivo con motivo de la Expropiación Petrolera de 1938, director de la campaña presidencial del general Manuel Avila Camacho y Secretario de Gobernación de 1940 a 1945; año en que dimitió para presentarse a las elecciones presidenciales como candidato del Partido de la Revolución Mexicana, (PRM) transformado en esas fechas en el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI). Asumió la Primera Magistratura del país el 1o de diciembre de 1946. Con el apoyo de universitarios y abogados de prestigio los cuales integraron su gabinete, inició su gobierno con el desarrollo industrial del país y llevó a cabo un vasto programa de obras: caminos, obras de regadío, el Ferrocarril del Sureste, escuelas y obras portuarias. Al frente del país se construyó la Ciudad Universitaria, única en el mundo por su estilo y dimensiones; el Instituto Politécnico, la Escuela Nacional de Maestros, la Naval de Veracruz y la Escuela de Aviación Militar de Zapopan. Se desarrollaron amplios programas de vivienda popular, dando como resultado entre ellos, la construcción de Ciudad Satélite y los multifamiliares Juárez y Alemán. asi también el Territorio de Baja California Norte se transformó en Estado. En cuanto al turismo, el gobierno de Miguel Alemán se destacó por su fuerte apoyo a tal sector, citándose a veces el incremento del turismo en Acapulco como parte de su obra. Otro hecho importante en el mandato de Alemán Valdés fue el derecho por primera vez, al voto de la mujer en las elecciones Municipales. En contraparte, algunos aspectos negativos del gobierno de Alemán Valdés fueron el incremento de los políticos que se hacían millonarios, gracias a los jugosos contratos que ganaban en el gobierno. También por la devaluación del peso y la subsiguiente crisis. Una vez terminado su mandato, a fines de los años 50´s; Adolfo López Mateos lo nombró presidente del Consejo Nacional de Turismo, cargo que ocuparía por 25 años hasta su muerte. Al frente de esta institución logró una importante promoción de nuestro país. El turista, decía, es un hombre que viene en paz, y afirmaba que el mejor conocimiento propicia el acercamiento entre los pueblos y mejora sus relaciones. Fue miembro de las Academias Mexicanas, Española, Colombiana y Nicaragüense de la Lengua; Doctor Honoris Causa de cuatro universidades (la UNAM y tres norteamericanas) y Presidente, entre otros organismos, del Instituto Mexicano de Cultura y del Patronato del Museo de San Carlos. Murió en la ciudad de México el 14 de mayo de 1983. Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés (1946-52), además de la unidad nacional, la escuela debía tender más a la práctica y a la experimentación. Se creó la idea de la educación al servicio del desarrollo: la educación debía ser la base en la construcción de la unidad nacional ajustándose a los requerimientos del desarrollo económico y sobre todo industrial. Una estructura educativa ajustada en cuerpo y objetivos a la industria caracteriza a la administración de Miguel Alemán Valdés. Ante todas estas políticas educativas, se encuentra un trasfondo o justificante filosófico en el cual se cimienta la escuela de la unidad nacional, que aparte de perseguir dicha unidad, pretendía la formación de trabajadores. Es por esto que durante este periodo fue notoria la influencia de la pedagogía social de Paul Natorp y de la pedagogía activa de Jorge Kerschensteiner, teorías educativas introducidas en el país por Francisco Larroyo, además de la “escuela Dewey”. Miguel Alemán inicia su periodo presidencial el 1o. de diciembre de 1946, correspondiéndole el estreno del recién reformado Artículo Tercero, que hasta la fecha sigue vigente. La idea democrática que preside los conceptos del Artículo Tercero constitucional corresponde a los principios modernos de una democracia social, que actúa en forma activa para el mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, al mismo tiempo que conserva su sentido anticlerical. Alemán afirmó su confianza en la esencia democrática de las instituciones públicas; hizo énfasis en la igualdad, entendida no sólo como el goce efectivo de los derechos y garantías individuales, sino como la consecución de una “igualdad ciudadana”, que consistía en que todos los habitantes de la República pudieran participar de los beneficios que se podían obtener en la ciudad. Para ello, su programa sexenal hizo hincapié en dos puntos: la modernización del campo y la industrialización del país. Según Alemán, la gran masa campesina de México debería recibir ayuda directa por medio de un vasto programa de obras de riego, que elevaría la producción agrícola, así como a través de un sistema de crédito bien organizado, apoyado en los bancos de Crédito Agrícola y Crédito Ejidal. Pero en sí, el énfasis mayor fue puesto en la industrialización del país, meta que requería una amplia enseñanza tecnológica, una prudente protección arancelaria, un sistema de crédito de mayor volumen y la creación de una infraestructura que sería la base del desarrollo de la nación. El ideario educativo de Miguel Alemán se apoyó en ocho puntos, según un libro editado por la SEP en 1947: 1. La escuela rural tendría tres objetivos: una instrucción eficaz para el campesino, el mejoramiento en las condiciones económicas e higiénicas del campesino y la creación de un espíritu cívico que hiciera sentir a cada niño campesino que es parte integrante de la Nación. 2. La continuación de la campaña de alfabetización. 3. Construcción de escuelas. 4. Capacitación del magisterio 5. Los libros. 6. La enseñanza técnica, ya que formaba parte del programa de industrialización del país. Dentro de este proyecto, se pretendía recurrir a la cooperación privada, gracias a la cual se logró la obra de construcción de las escuelas. 7. Escuelas de agricultura, ya que la preparación de expertos agrícolas era igual de necesario que los obreros calificados. 8. La Alta Cultura, dentro de lo cual entra la construcción de la Ciudad Universitaria y la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes. MANUEL GUAL VIDAL Haciendo uso de las ideas filosóficas de Larroyo, Gual Vidal manifestó mucha insistencia en orientar la educación hacia la actividad productiva del país. Indica, en diversas ocasiones, la necesidad de vincular el sistema educativo con las tareas nacionales de producción económica. Por ello, hace énfasis en la llamada ESCUELA PRODUCTIVA y el APRENDER HACIENDO. A este respecto, agrega como principios regulativos de la Escuela Rural, la tesis central de la pedagogía social, el vínculo de la escuela con la comunidad de cultura a que pertenece, la personalidad libre del alumno y el principio de la escuela activa y del trabajo, y tiene como objetivos inmediatos convertir a los alumnos en factores activos de la producción económica, impartir una cultura general, además de tender a las actividades prácticas en adiestramientos manuales, actividad deportiva y artística con fines de diversión y entretenimiento. En base a lo anterior, y para realizar una mejor cobertura educativa, propone el sistema de escuelas paralelas: clases normales, clases de aceleración, clases auxiliares y clases para los niños bien dotados, que tenía como objetivo principal el proporcionar mejor atención a los educandos según sus habilidades y capacidades de aprendizaje. En lo tocante a la educación normal, la responsabilidad en la formación de los profesores estuvo en manos de Francisco Larroyo, quien fue nombrado Director General de Enseñanza Normal en marzo de 1947. Una vez ocupando su cargo, independizó el Departamento de Educadoras de Párvulos y lo convirtió en la actual Escuela Nacional de Educadoras. Es importante hacer notar que su labor como académico y responsable de la educación normal, estuvo sellada por las ideas filosóficas que importó de Alemania. Debo mencionar que fue la construcción de escuelas lo que caracterizó el periodo alemanista. El trabajo realizado por Jaime Torres Bodet en este campo, tuvo seguimiento durante la gestión de Manuel Gual Vida. En marzo de 1948, el Presidente puso en marcha la Campaña Nacional de Construcción de Escuelas (1948-52). Mediante ésta, al final del sexenio se habían construido 4 159 escuelas nuevas y se habían reparado 2 383, obras que requirieron 272 millones de pesos. La creación máxima de esta campaña fue la erección de la Ciudad Universitaria. Con un costo aproximado de 200 millones de pesos, en un espléndido escenario en el Pedregal de San Angel, se construyó la Ciudad Universitaria, la cual fue entregada a la comunidad universitaria en el mes de noviembre de 1952. Y para finalizar con la exposición de los logros del sector educativo durante la presidencia de Miguel Alemán, es necesario mencionar que se crearon tres nuevas instituciones de suma importancia: el Instituto Nacional Indigenista (4 de diciembre de 1948), tenía como principal objetivo armonizar y conjuntar la acción de las diversas agencias gubernamentales para el mejoramiento económico, social, educativo y culturar de los indígenas; el Instituto Nacional de la Juventud (15 de mayo de 1950), se creó con el propósito de estudiar los problemas juveniles, buscar medidas para resolverlos y dar orientación en la vida social; y el Instituto Nacional de Bellas Artes (1o. de enero de 1947). A pesar de los logras antes mencionados, en el sexenio alemanista la alfabetización decayó lamentablemente, no se dio la debida atención a la cuestión indigenista, y la enseñanza agrícola y la escuela rural tampoco recibieron la ayuda necesaria. Y a pesar de las cuantiosas construcciones, el presupuesto destinado al sector educativo disminuyó en relación con el de Ávila Camacho. En 1947, el presupuesto educativo representaba el 14.21% del presupuesto federal, en tanto que el último año del régimen de Ávila Camacho representaba el 17.48% . En el último año del gobierno de Alemán, el presupuesto educativo bajó al 10.96%. Lo interesante en este aspecto, es que la educación empezó a ser vista como un aparato de control por parte del Estado, ya que la escuela sería la base sobre la cual se construiría el sistema político y económico. De esta forma, la fórmula quedó así: Educación nacionalista = Unidad Nacional Unidad Nacional = Crecimiento económico Es decir, la escuela se encargaría de educar en el civismo a los niños y a enseñarles lo necesario para su incorporación a la vida productiva. El resultado final fue la preeminencia de la escuela técnica en la educación pública de México. Pero este tipo de escuela, “la escuela del trabajo”, está fundamentada en una “pedagogía de la producción” que desde el siglo XIX se venía desarrollando en todo el mundo. Bien dicen que la educación es un negocio, y no únicamente un negocio cuantitativo sino también cualitativo. Qué mejor que una escuela en donde mis programas de estudio estén destinados a crear egresados que me adoren y piensen que soy una Diosa. Esto fue lo que hizo el Estado mexicano. La ESCUELA DE LA UNIDAD NACIONAL fue una máquina destinada a producir obreros calificados con un sentimiento nacionalista sumamente arraigado (entiéndase al nacionalismo como todo producto del partido oficial). CONCLUSIÓN Durante este periodo se observa una continuidad de la política pública generada a lo largo de varios sexenios, Si tomamos en cuenta las políticas de gobierno de los presidentes Ávila Camacho y Miguel Alemán, se puede notar que fue la atención giró en torno a un binomio: unidad nacional y crecimiento económico. El segundo elemento depende en mucho del primero, al menos así lo creyeron nuestros ex-presidentes. ¿Por qué? Porque si México quería crecer económicamente, si el país quería progresar, necesitaba estabilidad y paz en todos los aspectos. Cualidades que el movimiento revolucionario de 1910 perturbó y que las diferencias políticas de los años posteriores no permitieron lograr. La Unidad Nacional estaba destinada a homogeneizar al mexicano, a sumirlo en un mundo de valores nuevos y “propios”, a llevarlo hacia el encuentro de él como mexicano, a amar a su país y todo lo que en él había. Solamente la unidad nacional daría la estabilidad necesaria para iniciar un programa económico que hiciera crecer a la nación. Ese programa económico fue la industrialización. MARÍA DE LOURDES ROSALES HERNÁNDEZ.

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